lunes, 12 de julio de 2010

Por la crisis, Italia venderá playas, ríos, bosques, castillos, etc


 Para hacer caja, Italia se dispone a vender islas de la Costa Esmeralda y de la laguna de Venecia, playas, bosques, ríos, lagos, faros, castillos y hasta algunas cimas de los famosos Dolomitas, la espectacular cadena montañosa del Sudtirol italiano, en el nordeste del país.
Según la norma del federalismo demaniale (que podría ser traducido como federalismo de las posesiones públicas), aprobada en mayo con el impulso de la Liga Norte, el Estado cederá a las comunas y regiones "pedazos" de Italia. En una polémica triangulación, éstos podrán ser luego vendidos a privados, siempre que los ingresos percibidos en la operación sirvan para reducir la gigantesca deuda pública del país.
Si bien a fines de mes se sabrá cuáles serán los "tesoros" que pasarán de manos del Estado a los entes locales, días atrás se filtró una lista provisoria que causó un enorme revuelo. Entre los bienes del inventario realizado por el Estado, de un valor de 3000 millones de euros y que consta de unos 9000 inmuebles, playas, lagos, manantiales y montañas, también hay verdaderas joyas de la historia, la arquitectura y el arte italianos.
Entre los "bocados" más preciados, de hecho, figuran el famoso Palazzo dei Normanni de Palermo, Sicilia; el castillo de Vigevano, cerca de Milán; la cittadella(fortaleza) de Alessandria, en Piamonte, y la Rocca de Scandiano, un palacio medieval de la homónima localidad de la provincia de Reggio Emilia, centro de Italia, donde al final del siglo XV vivió Matteo Maria Boiardo, el célebre autor del poema caballeresco El Orlando enamorado.
En la lista también hay perlas, como algunos de los famosísimos montes Dolomitas -Tofane, Cristallo y Croda del Becco-, cercanos a la célebre localidad de Cortina D´Ampezzo, desde siempre destino del jet set internacional.
La inclusión de las Dolomitas causó una gran controversia porque hace un año fueron declaradas justamente Patrimonio de la Humanidad. "Se trata de bienes universales; sólo el Estado los debe manejar, no los privados", denunció Enrico Farinone, diputado del Partido Democrático, el principal de la oposición de centroizquierda. "Federalismo sí, pero extremismo federalista no", protestó.
En la vereda opuesta, Luca Zaia, flamante gobernador de la región del Veneto por la Liga Norte (el partido ex secesionista y xenófobo que tiene desde siempre como caballito de batalla el federalismo), no ocultó su satisfacción. "Me parece algo muy bueno que cosas tan famosas como las Dolomitas vuelvan a sus comunidades. Estamos yendo en la dirección correcta", celebró.

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