jueves, 12 de agosto de 2010

El primer robot que tiene y muestra emociones

Nao fue programado para imitar la habilidad emocional de un niño de un año, aprender e interpretar detalles específicos de los seres humanos y responder en consecuencia. Es capaz también de usar cámaras de video para averiguar qué tan cerca se acercará una persona y sensores para detectar qué tan táctiles son. "Si uno desea decirle al robot que lo está haciendo bien, podrá expresárselo con el rostro, sonreirle o darle un golpecito en la cabeza.
Nao puede también descifrar dónde están dirigiendo su mirada sus compañeros humanos, seguir sus ojos y memorizar los rostros de distintas personas. Valiéndose de un cerebro de redes nerviosas, Nao es capaz de recordar incluso las interacciones con distintas personas. Esta comprensión, además de algunas reglas básicas sobre lo que es bueno y malo para él, aprendidas luego de explorar su medio ambiente, permite a Nao indicar si está felíz, triste o asustado con lo que ocurre a su alrededor. Las acciones que muestra para cada emoción fueron programadas con anterioridad y Nao decide solo cuándo mostrar cada emoción o combinación de emociones.
Estas respuestas marcan una gran diferencia para la gente, para que pueda interactuar de forma natural con un robot". Si la gente se puede comportar de forma natural al estar junto a un compañero robot, los robots serán mejor aceptados a medida que se vuelvan presencias cada vez más habituales en nuestras vidas.
Nao puede ser programado también para tener distintas personalidades. Un robot más independiente tendrá menos posibilidades de pedir ayuda humana al explorar una habitación, mientras que uno más demandante y temeroso mostrará angustia si encuentra algo en el cuarto que sabe puede ser potencialmente peligroso o desconocido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario