Cada vez más computadoras ofrecen un chip de video 3D integrado, así que para mucha gente lo que antes podía ser motivo de grandes dudas hoy es secundario. Sobre todo porque las ofertas de ATI, Nvidia o Intel en este segmento ya ofrecen el hardware necesario para mostrar sin problemas toda la riqueza visual de Windows 7, reproducir video de alta definición o disfrutar de videojuegos sencillos.
Pero quizá por eso para quienes quieren entrar en el mundo de las tarjetas de aceleración de video 3D algunos conceptos pueden resultar de difícil comprensión y dificultar la elección entre un modelo y otro.
Hay algunas cuestiones básicas que son de fácil resolución. O son irreconciliables, según sea el gusto y la pasión del usuario. ¿Cómo es esto? La enorme mayoría de las placas de video proviene de dos compañías: ATI y Nvidia. En rigor, ATI ya no es una empresa independiente, sino que hoy es propiedad de AMD. Como fuere, para el gamer apasionado la discusión sobre cuál es mejor tiene las mismas probabilidades de resolverse amigablemente que otras trifulcas históricas de la informática, como Intel vs. AMD o Windows vs. Mac OS X.
La rivalidad, como en el automovilismo podría ser Ford vs. Chevrolet, tiene que ver con capacidades similares, motores que logran lo mismo de manera levemente diferente (y, por lo tanto, pueden ser mejores en cuestiones específicas) y una evolución constante en su performance. Para el gamer ocasional, lo mismo da: ambas compañías hacen productos muy buenos y suplirán sus necesidades para videojuegos.
Ambas empresas nombran los dispositivos que van liberando en forma ordinal, con lo que, en teoría, al comparar dos modelos de un mismo fabricante el rendimiento debería ser mayor en el del número más alto. Esto, sin embargo, no siempre es así, porque ATI y Nvidia sólo fabrican los procesadores centrales; queda en los fabricantes de las tarjetas definir, por ejemplo, cuánta memoria RAM propia le pondrán, de qué tipo y cuestiones similares.
En el caso de ATI, los últimos modelos son los Radeon HD 5970 (enwww.amd.com/la/products/Pages/graphics.aspx se listan los modelos anteriores). Con respecto a Nvidia, la GTX 480 es su más reciente oferta. El resto de los modelos se lista enhttp://arg.nvidia.com/object/geforce_family_la.html .
Las placas de video son, a su manera, una suerte de minicomputadora dentro de nuestra PC, con su chip, su memoria RAM, y toda una serie de herramientas que se han ido sumando por generaciones durante la evolución de estos equipos. Y aunque cada una tiene su manera de trabajar, todas adhieren a dos estándares para interactuar con la PC: DirectX y OpenGL.
En el caso del primero, necesario para ejecutar cualquier comando multimedia, si queremos que la placa funcione bien bajo Windows 7 debe ser compatible con DirectX 11. Respecto de OpenGL (no tan importante en entornos Windows), las más nuevas son compatibles con la versión 3.2.
Como en una computadora, entonces, la performance de la placa (es decir qué tan realistas son los objetos tridimensionales que muestra en pantalla, cuán naturales son al moverse, etcétera) dependerá de un balance entre el poder de cálculo del chip y su reloj interno, la memoria RAM disponible y su tipo, y la velocidad del bus interno. Pero también influyen los procesadores de flujo ( stream processors , en inglés). Y la posibilidad que tienen los fabricantes de recombinar algunos de estos parámetros hace que elegir una tarjeta entre otras (sobre todo si una es de ATI y la otra de Nvidia) sea muy difícil.
Como regla general, entre dos modelos similares es conveniente que tenga la mayor cantidad de memoria RAM propia; allí almacena información vital para el juego, que va desde las texturas de los objetos que vemos en pantalla, o la manera en que deberán reaccionar frente a ciertas acciones nuestras, hasta cómo influye la iluminación y ciertas reglas físicas del mundo virtual en el que estamos.
Para eso se usan, justamente, estos procesadores de flujo, que son como pequeños microprocesadores programables dentro de la tarjeta gráfica, ejecutando determinadas instrucciones específicas en ese momento del juego.
Antes los chips tenían los llamados pixel shaders o texture shaders , sectores del microprocesador dedicados únicamente a calcular cómo se veían texturas y pixeles dependiendo de la iluminación, la sombra, la ubicación, etcétera. Hoy se usan estos procesadores de flujo que son multipropósito. Las nuevas placas traen cientos de ellos dentro del procesador gráfico central (GPU).
El problema es que no hay un único tipo de memoria RAM: las tarjetas de mayor performance usan GDDR4 o 5, pero también pueden utilizar DDR convencional, que es más lenta, pero más barata. Y la performance de la memoria dependerá de su reloj interno y el del resto de la tarjeta.
Así que determinar la performance real de una placa determinada puede ser complejo; por eso son muy populares los sitios que comparan el rendimiento de los diferentes modelos en determinados juegos que sirven de ejemplo; entre ellos están GPUreview ( www.gpureview.com ), Tom´s Hardware (www.tomshardware.com/charts/ ) Anandtech ( www.anandtech.com ), HotHardware (http://hothardware.com/category/graphics.aspx ), Guru of 3D ( www.guru3d.com/category/vga_charts/ ), o MaximoPC ( www.maximopc.org/articulos/placas-de-video/ ), Tóxico PC ( www.toxico-pc.com/reviews_lista.php?idc=5 ) y los foros especializados y en español como 3dgames (www.3dgames.com.ar ) y Alkon ( www.alkon.org ).
Tener la tarjeta más moderna asegura, en general, un excelente rendimiento, pero en el momento de elegirla se deben tener en cuenta otros parámetros. Primero, que más poder implica mayor consumo de energía, así que hay que asegurarse que la fuente del gabinete sea capaz de soportar la carga y tenga suficientes conectores libres; también, que el flujo de aire dentro del gabinete sea el adecuado para no recalentar el sistema. En www.lanacion.com.ar/1121324 explicamos en detalle cómo son los conectores.
Dependiendo de su sofisticación, los diversos modelos de placas ofrecen conectores VGA, DVI y HDMI. Los monitores con DVI (la configuración ideal) son más caros que los que tienen enchufe VGA por una cuestión impositiva, así que no son tan populares en nuestro país. Hay que tener en cuenta, además, la resolución a la que se correrán los juegos; si el monitor es chico o algo antiguo, resultará un exceso comprar una tarjeta capaz de manejar seis monitores FullHD en simultáneo (como la ATI Radeon HD 5870 Eyefinity 6), porque no se podrá aprovechar su poder de cómputo. Un adaptador para conectar una placa DVI a un monitor VGA tiene un precio local que ronda los 40 pesos.
Si se está armando un equipo nuevo y uno duda sobre qué comprar, una alternativa es adquirir un motherboard con chip de video integrado (los hay bastante poderosos) y que tenga una ranura PCI Express libre para agregarle más tarde, de ser necesario, una aceleradora 3D de mayor capacidad.
En el mercado local es posible encontrar motherboards con chips de video integrado con precios que van de 400 a 600 pesos, y ofrecen chipsets de ATI, Nvidia e Intel, que no hace placas discretas, pero sí chips capaces de reproducir video HD; es el que usa la enorme mayoría de las netbooks, por ejemplo.
Una placa Sapphire ATI Radeon HD5970 con 2 GB de RAM GDDR5 a $ 3480 o una MSI Nvidia GeForce GTX 480 con 1,5 GB de RAM GDDR5 a $ 3400. Hay, por supuesto, opciones más económicas, como una Sapphire ATI HD 5850 con 1 GB GDDR5 por $ 1800, una XFX GeForce GTS 250 con 1 GB DDR3 por $ 940, una XFX ATI Radeon HD 4850 con 1 GB DDR3 a $ 810, una Sapphire ATI Radeon HD 5670 con 512 MB GDDR5 a $ 612, una XFX GeForce GT 220 con 1 GB de RAM DDR3 a $ 452, una PowerColor ATI Radeon HD4350 con 1 GB DDR2 a $ 419. Quienes busquen algo más modesto pueden apelar a una XFX GeForce G210 con 512 MB GDDR2 a $ 288 o una XFX ATI Radeon HD 5450 con 512 MB DDR2 a $ 312. En el medio hay una gran cantidad de modelos con variantes de procesadores y memoria. Todos los modelos son PCI Express y tienen al menos un conector DVI; algunos suman uno más, o un enchufe HDMI para conectarlo a un televisor LCD y disfrutar de los videojuegos a lo grande.
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