China está redoblando sus esfuerzos para convertirse en la potencia de las supercomputadoras. Su máquina Nebulae, del Centro Nacional de Supercomputadoras en Shenzhen , quedó segunda en el Top 500, un listado que se hace dos veces al año con los equipos más rápidos del mundo.
Y no fue la única: por primera vez, dos supercomputadoras chinas están entre las 10 en alcanzar la cima en este ranking. En cualquier caso, Estados Unidos sigue dominando, con siete equipos entre las diez primeras del Top 500, incluida la más veloz, apodada Jaguar.
La computadora Cray , propiedad del Oak Ridge National Laboratory de Tennessee, tiene una velocidad máxima de 1,75 petaflops. Los científicos la usan para hacer investigaciones de astrofísica, climatología y energía nuclear, y es una de las 279 máquinas estadounidenses que figuran en el Top 500.
Rapidísimas
En contraste, hay 24 computadoras chinas en la lista. La más rápida tiene una velocidad máxima de 1,2 petaflops, más del doble que su supercomputadora anterior. Aunque es más lenta que la Jaguar, teóricamente tiene una velocidad máxima de casi 3 petaflops, lo que la convertiría en la más veloz del mundo.
"La Top 500 definitivamente tiene un componente nacionalista", señala el doctor Jon Lockley, director del Centro de Supercomputación de Oxford. La máquina más rápida del Reino Unido -país que tiene 39 supercomputadoras en la lista- está localizada en la Universidad de Edimburgo y su velocidad máxima es de 0,27 petaflops.
Pensamiento veloz
Según Lockley, China se está volviendo un protagonista en la industria de las computadoras de alto rendimiento. Se dice que Dawning, la empresa detrás de la máquina china más veloz, está construyendo una todavía más rápida para el Centro de Supercomputadoras de Tianjin.
Además está desarrollando chips de silicio para alimentar al gigante. "El uso de computadoras de alto desempeño es una consecuencia de sus necesidades industriales", señala Lockley.
Las máquinas suelen utilizarse para investigaciones industriales, como el diseño de aviones y la exploración petrolífera. El experto apunta que esto se está volviendo cada vez más común en todo el mundo.
"Donde sea posible, todo se hace en una supercomputadora", afirma Lockley, y puso como ejemplo el caso de la Fórmula Uno, donde ya cada vez se usa menos los túneles de viento y se los reemplaza por estas técnicas de simulación, algo parecido a lo que sucede en la industria aeroespacial.
"Esto significa que se puede realizar todo el modelo en la supercomputadora y luego hacer simplemente una sola prueba en el mundo real".
En Estados Unidos, a diferencia de otros lugares, muchas de las computadoras potentes son propiedad del gobierno, que las usa para supervisar las reservas de armas nucleares.
Estados Unidos posee una computadora de 1 petaflop, propiedad del Departamento de Energía. La Roadrunner -"Correcaminos"- ocupó el primer lugar de la lista hasta que la Jaguar le quitó el puesto en 2009. El resto de los equipos de la lista operan a velocidades de teraflops. Un teraflop equivale a un billón de cálculos por segundo.
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